● La Asociación de Empresas de Software Libre de Euskadi celebra el 10º aniversario desde su constitución
● Las empresas que configuran ESLE dan empleo en la actualidad a más de 1.500 personas con un alto perfil profesional
● La asociación vasca aspira a ser referente internacional en la industria del conocimiento libre mediante la puesta en valor del talento
La Asociación de Empresas de Software Libre de Euskadi, ESLE, celebra estos días el décimo aniversario desde su constitución. La Asociación se ha consolidado en este período como uno de los referentes nacionales en el campo de las tecnologías libres. El reto de ESLE para los próximos años pasa por desarrollar un tejido empresarial fuerte en Euskadi capaz de generar productos propios en este campo y que sean competitivos a nivel internacional.
Hace ahora diez años, coincidiendo con la visita a Euskadi del sudafricano Mark Shutleworth -fundador del gigante
Canonical e impulsor del sistema de software libre
Ubuntu-, una quincena de empresas vascas con intereses en el campo de las tecnologías libres constituía en Vitoria la
Asociación de Empresas Vascas de Software Libre, ESLE.
La idea era crear una organización en Euskadi que fuera el elemento tractor en la generación de productos propios de software libre y que éstos fueran competitivos a nivel internacional.
Se trataba de crear riqueza a través de las empresas del conocimiento libre, impulsando de esta manera el emprendimiento y la generación de empleo cualificado.
Una década después, la asociación –ahora con más de una treintena de socios-
se ha consolidado como uno de los referentes nacionales en el ámbito del software libre y las tecnologías libres y comienza a sonar también fuera de las fronteras como uno de los actores principales.
“
ESLE, al igual que sus empresas, ha crecido y madurado en estos diez años y ahora somos un interlocutor válido para las empresas e instituciones en todos los ámbitos ligados al conocimiento libre”, señala Eneko Astigarraga, presidente de la asociación. “
En este período –recuerda-
las firmas que integran ESLE han multiplicado por 11 el número de trabajadores, hasta superar los 1.500 empleos con un elevado perfil cualificado”.
Diez años después -
y a las puertas quinto congreso nacional del sector, LibreCon 2015 que se celebrará en Santiago de Compostela los próximos 29 y 30 de octubre-
las claves apuntadas en la constitución de ESLE “son todavía más válidas”, según los responsables de la asociación.
En este sentido, se argumenta que el software libre tiene un gran futuro por delante, con una penetración creciente, tanto en el sector privado como en las administraciones públicas.
Se trata de un
sector que da apoyo a la modernización del resto de sectores económicos del país, desde la industria hasta la agricultura, pasando por todo tipo de servicios. “
Además de ser más barato, permite el desarrollo endógeno local, además de ser más avanzado, estable y seguro, desde el punto de vista tecnológico”, indican desde ESLE
Claves de futuro De cara al futuro, la junta directiva de ESLE confirma su objetivo de aspirar a un tejido empresarial fuerte en Euskadi alrededor del software libre y las tecnologías libres y de posicionar a la asociación “
como un referente internacional de las industrias del conocimiento libre mediante la puesta en valor del talento”.
“Apostamos –continúan- por un tejido empresarial fuertemente ligado con los principios de colaboración y trabajo en red y con capacidad de liderar procesos de innovación,
con productos y servicios orientados al cliente”.
Las claves de crecimiento para la organización vasca pasan por aumentar la competitividad de los asociados
apoyándoles en sus procesos de innovación y mejorar su competitividad, a través de la optimización de los costes operativos, a través de programas de cooperación con terceros (empresas, centros tecnológicos y otros organismos), o bien potenciando la cooperación entre los propios asociados.
Por último, desde ESLE se apuesta igualmente por
profesionalizar la gestión de los asociados, apoyar a éstos en sus procesos de internacionalización y facilitarles, por último, la obtención de masa crítica a través del desarrollo de estrategias de crecimiento.